Durante la pandemia descubrí el placer de no "tener que" maquillarme y decidí no hacerlo más. Desde el 2020 acepté mis ojeras y solté esa desesperación por ocultarlas, así que,…
De mi madre aprendí a soñar e imaginar mundos lejanos en los que las princesas empoderadas comen espinacas. De mi madre aprendí a deleitarme con la melodía de la lluvia…